COLOMBIA: POLÍTICAS CULTURALES Y CULTURA POLÍTICA
Totalmente de acuerdo con Daniel
Pécaut en donde apunta que la mayor deficiencia de nuestro país es la ausencia
de un relato nacional compartido que posibilite a todos los colombianos
sentirse identificados desde sus experiencias inmediatas en una historia
compartida que incluya duelos, logros y esperanzas comunes.
La
larga cadena de violencias que ha acompañado toda la historia de nuestro país, la cual, después de
500 años de existencia, aún vivimos en
el día adía imposibilita que haya un relato común. No hay un relato nacional
porque desde el inicio de nuestra república,
aún saliendo de la dominación
española nuestro país ya estaba sumergido en una nueva polarización respecto
del la forma de gobierno, centralismo y federalismo, desde esas épocas las
polarizaciones han impedido un solo objetivo proyectado a futuro donde el
consenso aglutinara la nación.
Cuando
existe un objetivo común las diferencias se convierten en oportunidades de
progreso y mejora, mediante acuerdo y la concertación, sin embargo los odios irreconciliables han
sumido nuestra Colombia en un territorio escenario de posiciones radicales
donde la franja amarilla de que nos habla
William Ospina no ha tenido cabida, sino por el
contrario el exterminio y la extinción.
A esta violenta realidad contribuyen los líderes políticos que con su manipulación
buscan por cualquier medio el poder y con su lenguaje mantiene y alimentan
las acciones y actitudes de exclusión, que reproducen y realimentan la
violencia y la agresión.